Daniel 1 — Comentario del Libro de Daniel 1:1-21

DANIEL 1, LIBRO, COMENTARIO, ESTUDIO
1. Daniel en el palacio del Rey de Babilonia

Podemos considerar este capítulo como la introducción histórica a la primera parte del libro. El autor quiere destacar la fidelidad a la ley mosaica de los tres jóvenes en medio de un ambiente pagano de la corte babilónica. Por otra parte, quiere hacer ver a los lectores que Dios tiene una especial protección sobre los que le son fieles en las circunstancias adversas. La vida de estos jóvenes se desarrolla, según la narración, en tiempos de Nabucodonosor. En el comentario tendremos ocasión de ver bastantes anormalidades históricas en muchos detalles. El estilo es bastante convencional.

Deportación de Daniel y su estancia en la corte (1-7)

1 El año tercero del reinado de Joaquim, rey de Judá, Nabucodonosor, rey de Babilonia, fue contra Jerusalén y la asedió. 2 Y entregó el Señor en sus manos a Joaquim, rey de Judá, y parte de los vasos de la casa de Dios, y los trajo a la tierra de Sanaar, a la casa de su dios, y metió los vasos en la casa del tesoro de su dios. 3 Dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real y del de sus nobles, 4 cuatro mozos en los que no hubiera tacha, de buen parecer, de talento, instruidos en toda suerte de sabiduría, dotados intelectualmente y educados, capaces de servir en el palacio del rey, y a quienes se les instruyese en las letras y la lengua de los caldeos. 5Asignóles el rey para cada día una porción de los manjares de su mesa, del vino que él bebía, y mandó que los criasen durante tres años, al cabo de los cuales entrasen a servir al rey. 6 Fueron de ellos, de entre los hijos de Judá, Daniel, Ananías, Misael y Azarías, 7 a los cuales el jefe de los eunucos puso por nombre: a Daniel, Baltasar; a Ananías, Sidraj; a Misael, Misaj, y a Azarías, Abed-Nego.


El fondo histórico de estas narraciones aparece perfectamente datado: el año tercero del reinado de Joaquim, es decir, en el 606-605 a.C., pues Joaquim sucedió a su padre Josías después de la batalla de Megiddo, en 609 a.C. No sabemos que Nabucodonosor haya asediado a Jerusalén en este año. El primer asedio conocido de la Ciudad Santa por los babilonios es en 598 a.C. Para conciliar los datos del libro de Daniel se supone que Nabucodonosor, generalísimo de las tropas caldeas y lugarteniente militar de su padre Nabopolasar, después de haber vencido a Necao en Carquemis 1 en 605 a.C., avanzó hacia Egipto, y en esta expedición puso un cerco momentáneo a Jerusalén, tomando como botín los vasos de la casa de Dios u objetos sagrados del templo, entregados por el mismo rey Joaquim como oferta para que el caudillo caldeo se alejara de la ciudad, y llevándose éste como rehenes parte de la nobleza judía, entre los que estaría el mismo Daniel. En 2 Par 6-7 se dice que el rey Joaquim fue llevado en cautividad y que el templo fue saqueado por Nabucodonosor. Según esto, tenemos que suponer que Joaquim estuvo poco tiempo cautivo, pues aparece como rey de Jerusalén y muere en el asedio de ésta del 598, suce-diéndole su hijo Jeconías.

El lugar de la deportación es Babilonia, llamada tierra de Sennaar, según la antigua denominación bíblica 2. Los objetos preciosos fueron depositados en el templo de Bel-Marduk, dios de la gran metrópoli. Por orden del rey de Babilonia son llevados a su corte cuatro jóvenes israelitas de la nobleza, que habían de estar bajo la tutoría de un alto oficial de palacio, llamado Aspenaz3. Estos jóvenes debían ser iniciados en las ciencias y cultura caldea, entre la que tenía gran importancia la iniciación en la magia. Podemos suponer que en el palacio de Nabucodonosor había una escuela de formación como el paedagogium del Palatino en Roma. Los jóvenes participan del pathbag, palabra persa, que después pasó al siríaco con la significación de platos exquisitos y delicados. Deben permanecer en calidad de educandos o pajes durante tres años4. Conforme a la costumbre, se les cambian los nombres hebreos en otros babilónicos 5.

Fidelidad de los cuatro jóvenes a la ley judía (8-16)

8 Se propuso Daniel en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey ni con el vino que él bebía, y rogó al jefe de los eunucos que no le obligara a contaminarse. 9 Hizo Dios que hallase Daniel gracia y favor ante el jefe de los eunucos; 10 y el jefe de los eunucos dijo a Daniel: Tengo miedo de mi señor el rey, que ha determinado lo que habéis de comer y beber, porque, si viere vuestros rostros más macilentos que los de los mozos de vuestra edad, condenaréis mi cabeza ante el rey. 11 Dijo entonces Daniel al cortesano 6 a quien el jefe de los eunucos había puesto para velar sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías: 12 Prueba, te ruego, a tus siervos por diez días, y que nos den a comer legumbres y agua a beber, 13 y compara luego nuestros rostros con los de los mozos que comen los manjares del rey, y haz después con tus siervos según veas. 14 Concedióles lo que le pedían y los probó por diez días,15 al cabo de los cuales tenían mejor aspecto y estaban más metidos en carnes que los mozos que comían los manjares del rey. 16 El cortesano se llevaba sus manjares y su vino y les daba legumbres.

La vida que habían de llevar los cuatro jóvenes israelitas en la corte era comprometida desde el punto de vista de fidelidad a la Ley. En primer lugar, el comer de los manjares del rey los exponía a comer comidas prohibidas por la Ley 7, o carnes que habían sido sacrificadas a los ídolos 8. Los judíos tenían la preocupación de la contaminación con los paganos. El joven Daniel, atrayente, se atreve a proponer a su jefe inmediato una prueba de que no le va a perjudicar el régimen vegetariano que quiere seguir (v.12), pues tiene la seguridad de que Dios le ayudará y que no aparecerán desmejorados, como así resultó, después de diez días de régimen.

Los cuatro jóvenes ante el rey (17-21)

17 Otorgó Dios a los cuatro mancebos sabiduría y entendimiento en todas las letras y ciencias, y Daniel interpretaba toda visión o sueño. 18 Pasados los días al cabo de los cuales había mandado el rey que se los llevasen, el jefe de los eunucos se los presentó a Nabucodonosor. 19 El rey habló con ellos, y entre todos los mozos no había ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías, y fueron puestos al servicio del rey. 20 En cuantas cosas de sabiduría y entendimiento el rey les preguntó, hallólos diez veces superiores a todos los magos y astrólogos que había en su reino. 21 Así estuvo Daniel hasta el año primero del rey Ciro.

Dios premió la fidelidad de sus siervos, pues no sólo les dotó de buen aspecto externo, sino que los colmó de toda clase de sabiduría, de forma que ante el rey quedaron muy por encima de los otros jóvenes compañeros. Sobre todo, Daniel se mostraba maestro en la interpretación de las visiones y sueños 9, y que era extremadamente estimado entre los babilonios, dados a la adivinación. El autor sagrado quiere preparar los relatos que siguen, adelantando que la sabiduría especial de Daniel era una ciencia infusa, totalmente diferente de la de los adivinos y astrólogos de su tiempo. En la mente del hagiógrafo, la sabiduría del joven Daniel era totalmente milagrosa, como se demostrará en la interpretación del sueño de Nabucodonosor.
Su ascendiente fue tal en la corte babilónica, que permaneció en ella como principal intérprete y sabio hasta el año primero de Ciro (v.21), como rey de Babilonia, es decir, hasta el 538 a.C. No quiere decir esto que Daniel haya muerto en esta fecha, pues aparece haciendo revelaciones en el año tercero de Ciro 10, sino que se quiere destacar que no perdió su influencia en la corte hasta la extinción de la dinastía babilónica, suplantada por la persa.



NOTAS DE RODA PÉ:

1 Cf. Jer_46:2. Nabucodonosor es transcrito en Daniel Nebucadnessar, como en Esdras. En Jeremías y Ezequiel, Nebucadressar, que corresponde al babilónico Nabu-kudurri-usur (Nebo, protege el mojón). - 2 Cf. Gen_10:10; Jos_7:21. - 3 En los LXX se lee Abiesdri, que puede ser una deformación del nombre judío Abieser. “Jefe de eunucos” es título equivalente a alto oficial o mayordomo. - 4 Sobre la educación de los jóvenes en la corte persa véase Platón, Alcibíades I 37; Jenofonte, Ciropedia I 2. - 5 Los nombres de los cuatro jóvenes en hebreo eran teóforos, como solía acontecer en la onomástica judía: Daniel significa “Dios es mi juez”; Ananías, “Yahvé hace gracia”; Misael, “¿Quién es lo que Dios?”; Azarías, “Yahvé ha ayudado.” Los nombres fueron cambiados en otros babilónicos para nacionalizarlos. A Daniel se le da el nombre de Baltasar, que es la transcripción del babilónico Baíaísu-usur (“protege su vida”). En el hebreo se transcribe Belteishassar. En 5:1 aparece otro Belshasar, que tiene diferente etimología. A Ananías se le puso el nombre Shadraj, que significa “siervo de Aku,” que es el equivalente sumerio del dios lunar “Sin.” A Misael se le llamó Mishaj: “¿quién como Aku?” y a Azarías se le impuso el nombre de Abed-Nego: “siervo de Nebo” (Isa_46:1). Véase A. JEREMÍAS, Das A.T. im Lichte des A. Or. (Leipzig 1916) 629. - 6 En el original, Hamelsar, que parece un título, equivalente al asirio massaru, que pudiera traducirse por “mayordomo, despensero.” La Vg lee Ìá/asar, como nombre propio. Los LXX: Amelsad, que algunos suponen deformación del babilónico Ameíu-usur (“protege al hombre”), y entonces quizá fuera nombre propio. - 7 La Ley prohibía comer la sangre y las grasas (Lev_3:17; Lev_3:235) y los animales impuros (Lev_11:2-45; Lev_11:20,25). - 8 Cf. Deu_32:38. - 9 Entre los orientales, la interpretación de sueños y visiones tenía una gran importancia. En la Biblia reiteradamente se afirma que los sueños y visiones son uno de los medios que utiliza Dios para comunicarse a los hombres (Num_12:6; Jer_23:28; Joe_3:1; Zac_10:2; Mat_1:20). - 10 Dan_10:1.